Pues nos lanzamos con la última etapa de nuestro estudio sobre las herramientas de rendición de cuentas. Si anteriormente hemos presentado un modelo tecnológico, los aspectos organizativos que influyen en cómo se explotan y un modelo teórico de uso, llega la hora de hablar de las personas. Como bien sabéis, yo no soy muy de hablar de usuarios en genérico, sino que existen múltiples elementos que influyen en cómo una persona usa los elementos tecnológicos que se conjuntan haciendo diferentes segmentos. Así que, como último apartado vamos a hablar del uso de portales de rendición de cuentas. ¿Cómo son los usuarios? ¿Qué hace que se busque un tipo de información u otro? Porque, si tenemos claro esto, sabremos de verdad a quién estamos hablando con ellos.
Por cierto, este informe se completará con el artículo de Gobierto sobre elementos de diseño de herramientas de rendición de cuentas.
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Aspectos generales del uso de portales de rendición de cuentas
Facetas de uso de portales de rendición de cuentas
Si empezamos con una visión general, preguntamos a la gente que valorara qué considera más importante de un portal de rendición de cuentas. Dábamos como opciones:
- Saber qué es lo que se ha hecho
- Respaldar las afirmaciones con datos
- Integrar evidencias documentales
- Facilitar el seguimiento de lo hecho
- Controlar lo que no se ha realizado
En términos generales todas tienen una valoración alta (a todos les parece importante), con una distribución normal , pero con tres excepciones a destacar:
- Facilitar el seguimiento tiene una moda mucho más elevada de «seguimiento de lo hecho». Es decir, coinciden muchos más que en otras categorías en que es importante, pero no lo más importante
- El uso de los datos como respaldo de la afirmación es el único que tiene la máxima valoración como moda. Es decir, hay una cantidad considerable de gente que considera que lo más importante es este valor instrumental del dato.
- El uso de evidencias tiene valores más bajos que los demás (lo que contrasta con los datos).
Es decir, entendiendo que hay una misma finalidad (rendir cuentas), hay un cierto mayor interés por el uso de datos y el seguimiento dinámico de lo hecho. Sin embargo, esto, siendo interesante nos apunta poca información
Contexto de uso de portales de rendición de cuentas
Una segunda línea de preguntas va destinada a saber qué contexto se necesita más. Para ello preguntamos la valoración del control temporal (los plazos) o del seguimiento en el conjunto de la organización (integración o navegación) para entender la globalidad de las acciones. En este caso, nos encontramos con que la actualización temporal es el elemento que se considera más importante respecto a la integración municipal.
Esto nos lleva a plantearnos que, aunque una mayor integración con la web institucional permitiría hacer una comprobación más profunda de todo lo hecho, no parece un aspecto tan crítico, como la realidad temporal. En principio esto da que pensar en un posible interés de un uso aislado de estos portales.
Funcionalidades de uso de los portales de rendición de cuentas
El tercer gran bloque sería las funcionalidades básicas de la herramienta, en la que preguntabamos sobre el uso de documentos, de datos reales desagregados, la apertura (en términos de operacionalización de estos) y la actualización en tiempo real. Aquí hallamos que:
- De nuevo los datos son factores muy valorados en su vertiente más desagregada.
- La actualización a tiempo real es otro factor que se considera crítico
En términos generales podemos decir que se buscan portales que basan la evidencia en datos, que estén actualizados y de un uso más o menos aislado o a parte respecto a la organización.
Pero ¿en todos los casos?
Dimensiones de usuarios
Para segmentar cogimos elementos demográficos y sociales que fueran más o menos explícitos y una de autocalificación sobre uso tecnológico. Esto permite hacer una primera clasificación. Para ello analizamos los siguientes valores
Edad
En términos de edad tenemos una interesante excepción en el tramos de los 40 a los 49 años. En términos generales es un segmento que otorga mayor importancia al uso de datos como respaldo, la necesidad de evidencias y el conocimiento de lo que no se hace. Comparte una distribución similara a las personas de más de 60 años en la capacidad de operar los datos. El único punto donde siguen una distribución similar a la de casi todos los demás segmentos es en la actualización de los datos (importante pero no crítica).
El resto de segmentos presentan distribuciones normales muy similares en el resto de campos quitando específicamente, los que se hallan tre 50 y 69 años (2 segmentos) que le dan máxima importancia a la actualización.
¿Podríamos decir que hay dos maneras generacionales de controlar la acción de gobierno? Quizá sea pronto y descartaremos otras opciones. En todo caso, si es interesante ver que perfiles más senior otorgan una importancia mayor a que los datos estén actualizados y que un segmento de edad «media» tenga un mayor interés en dimensiones «individualistas» (control de datos, evidencias, etc).
Hay nichos de edad que muestran comportamientos diferenciados tanto en los aspectos más importantes, como en las necesidades de un consumo más autónomo e independiente de la información a través de datos.
Nivel de estudios
En cuanto al nivel de estudios, cabría pensar que a mayor nivel de estudios más interés y autonomía debería querer el público. Eso si partimos de una visión de socialización política «ilustrada».
En términos de estudios no encontramos diferencias radicales en la distribución por segmentos, pero si alguna pista más. Por un lado, vemos que los titulares de doctorado y postgrado tienen un interés alto en conocer la acción de gobierno, la disponibilidad de datos desagregados, (curiosamente como bachiller-fp) y datos operables, con menos interés en la actualización.
Por su lado, los licenciados y doctorados tienen más interés que otros sectores en conocer la acción de gobierno. También destaca el interés entre licenciados y diplomados en la actualización de datos.
Por último, FP y bachiller muestran intereses más altos en saber lo que se ha hecho, conocer la acción, tener datos desagregados y la actualización a tiempo real.
Esto da que pensar que un determinado nivel de estudios (doctorado) da más interés a esa independencia que dan los datos, y menos necesidad de tener actualizaciones. Sin embargo, los niveles de estudios superiores no doctorado, tienen enfoques más «relatados» o «explicados» que autónomos. Es llamativo en todo caso el impulso a los datos por sectores FP-bachiller y diplomado, que puede dar que pensar una especialización técnica, o una cierta confianza en la fiscalización por terceros que pudiera promover.
El nivel de estudios parece incidir en determinados atributos de esa presentación de contenidos. Sin embargo, posiblemente el tipo de estudios (técnicos o ciencias sociales y humanas) sean una variable más importante para futuros trabajos.
Habilidades digitales
En cuanto a habilidades digitales preguntamos en una autocatalogación acerca del conocimiento con tres niveles:
- suficiencia tecnológica para un trabajo cualificado
- Conocimientos básicos
- Especialización técnica.
Cabe señalar que en la distribución por edades nos encontramos que tanto los más jóvenes como los mayores tienen niveles más básicos o suficiente. Sin embargo, aquel segmento de edad más «independiente»s (de 40 a 49) es el que tiene más perfil técnico. Estos tres segmentos tan dispares en el uso tecnológico muestran un mayor interés por los datos que otros.
En este caso encontramos tres elementos interesantes:
- Los que tienen suficiencia tecnológica presentan un interés muy alto en el conocimiento de la acción de gobierno
- Los que tienen conocimientos básicos muestran mayor interés en la actualización
- Los perfiles técnicos valoran de manera muy especial los datos operables.
Es decir, nos encontramos con que una capacitación técnica permite un nivel de control más proactivo y, cuanto menor es, más fáciles tienen que ser los elementos que fiabilizan el dato y la acción de gobierno.
Sector laboral
El último bloque es para distribuir entre sector público y sector privado y aquí encontramos diferencias de peso.
Los empleados y empleadas públicos tienen un interés mucho más acusado en los datos tanto desagregados como en el uso de los datos. Estas diferencias se reviertene en conocer la acción de gobierno y la actualización de los datos donde los trabajadores del sector privado están más interesados.
Esto nos afianza en un tema que hemos señalado: teóricamente los que tienen mayor afinidad, interés o competencia para gestionar información pública prefieren enfoques más individualistas y proactivos. Los que tienen menos, prefieren aproximaciones más simples.
Grandes perfiles
Podríamos hacer, en términos generales, a priori, dos bloques:
- Consumidores proactivos, que tienen una mayor socialización y mecanismos que prefieren hacer ellos su búsqueda (o poder rehacerla para comprobar su realidad) a tener informaciones completas
- Consumidores de contenido, que tienen menos medios, ganas o interés para hacer todo ese trabajo, que prefieren información más elaborada que permita valorar de manera sencilla lo que hay y lo que no.
Sin embargo, esto nos presentaría alguna inconsistencia. Por un lado, tenemos elementos generacionales que parecen indicar que determinados segmentos están más preocupados por tipos de atributos. Supongo que el hecho de haber vivido periodos de alta conflictividad en la corrupción política, fija el interés en mecanismos que parecen funcionar más.
Por otro lado, existen más personas con interés en tener datos que personas que a priori están cualificadas para operarlos. Esto nos aporta un tercer perfil, que es:
- Consumidores por proxi o mediación. Hay gente que no es o no se considera en el nivel para conseguir la transparencia suficiente que permita la rendición de cuentas. Sin embargo, creen que la capacidad de que otras personas de la sociedad civil (o del sector público) más cualificadas hagan ese trabajo. El consumidor por proxi necesita ver que los datos están ahí, aunque no lo entienda, para que quien sabe de datos los use y valide el contenido del portal.
A todos ellos habría que añadirles esta variable transversal acerca de que ítems de transparencia o rendición de cuentas se adaptan más a la cultura política de cada sitio (actualización, visualización…)
Esto nos sirve para completar un poco la perspectiva del mapa de uso del artículo anterior.
Es decir, conforme el nivel de estudios o el conocimiento de lo público es mayor, más avanzamos a los puntos medios de la tabla (hasta la parte histórica y de datos abiertos) y, efectivamente, hay un nicho en lo que denominamos contexto comunitario, que afecta a sectores sensibilizados no especialmente preparados para ello. Sin embargo, para los que tienen un conocimiento medio o un uso ocasional, nos tenemos que mover más hacia la parte de contexto cronológico basado en acciones, documentos y evidencias.
Conclusiones
Podemos considerar que no hay portales de rendición de cuentas mejores. Se trata de herramientas que tienen que dar respuesta a necesidades e intereses de diferentes públicos con expectativas muy distintas. Sin embargo, la cuestión aquí ya no es tanto que el diseño defina al público, sino que el diseño tendrá un impacto en la sociedad. Es decir, si hacemos un diseño que se vuelca mucho en datos posiblemente habrá una parte del público que no se vea representado en él. Igual que puede ocurrir en un modelo más orientado a evidencias.
En todo caso, nada de esto es radicalmente nuevo. No es un dilema distinto al de la prensa de toda la vida: ¿Quieres noticias más detalladas o columnas de opinión? ¿Columnas técnicos o políticos? Entonces ¿Cuál es la diferencia? En que el mundo digital, el canal no es que sea el mensaje, es que define la realidad de la interacción. Es decir, el portal de rendición de cuentas define la relación entre administración y ciudadanos pretendidamente sin intermediaros y, sin embargo, aquí apuntamos que esto no es consistente con los pocos datos que tenemos.
Así que pensemos que, si lo digital permite mucho campo de acción y geometrías diferentes para cada público, debemos conjugar diferentes niveles de articulación y complejidad para tratar de abarcar estos diferentes públicos.