La evolución de las TIC en las AAPP

El post de hoy lo trae Fernando Gallego, que es un melómano ciclista que ha vivido la Administración Pública desde tres trincheras: como ciudadano, como consultor técnico y como empleado público, que, además tiene su propio blog que podéis leer aquí.

Desde que en los USA Von Newman hablara de su modelo computacional, las grandes firmas pusieran en marcha los primeros equipos de computación (IBM, Microsoft, Apple…) y aparecieran los sistemas militares que tomaron protagonismo en la Guerra Fría, pasaron muchos años hasta su llegada a las organizaciones españolas, y concretamente en las administraciones públicas.

Ha llovido mucho desde que empecé en esto que ahora le llaman «transformación digital», pero que antes de esta moda, el asunto era conocido habitualmente como «las cosas de los informáticos», o «cosas esas de los ordenadores». Cuando comencé en el mundillo, corrían los principios del 2001, ya había cierto recorrido de evolución de las TIC, y lo pude visualizar desde la barrera (siempre fui aficionado a las TIC, como muchos, desde que vimos «Juegos de Guerra»).

El cuadro El tiempo cortando las alas al amor de Perre Mignard ilustra el artículo  sobre la evolución de las TIC en las AAPP
El tiempo matizando las alas de la eAdministración. Fuente

Los sistemas informáticos han sido habitualmente algo muy asociado al cálculo automático, y no en vano, muchos departamentos TIC aún se conocen como «centros de cálculo», asociados exclusivamente al sector financiero y de investigación.

Sin embargo, hace tiempo que las tecnologías de la información (y no las nuevas tecnologías, que ya peinamos canas) son algo más que un sistema de gran calculadora rápida, o procesador de textos «de bonito» que viene a sustituir la máquina de escribir. Las compañías de mayor relieve ya consideran las TIC como un elemento clave en el éxito de sus resultados, y no es ningún secreto que, especialmente desde la llegada de los Smartphone, las TIC son un elemento indispensable en nuestro día a día.

Desde el punto de vista de las corporaciones, si echamos un vistazo a los modelos de referencia en implantación de TIC, veremos que se imponen con fuerza dos, y curiosamente ambas con su origen en los sistemas de información del gobierno del Reino Unido, y son ITIL y COBIT.

Tanto ITIL como COBIT persiguen el concepto de «gobernanza» de las TIC, consiguiendo en la medida de lo posible la excelencia, tanto desde el punto de vista de procesos de aplicación, como de modelos de referencia y de madurez. En lo que todos coinciden es en tres elementos básicos:

  • Las TIC son un elemento vertebrador y necesario para conseguir objetivos competitivos.
  • La importancia de la alineación de los objetivos estratégicos de la organización con los mismos del departamento TIC
  • Para conseguir el punto anterior es necesario que el responsable del departamento TIC forme parte de la dirección.

Como bien sabemos, transformación digital es mucho más que TIC, y ni ITIL ni COBIT lo dejan de un lado, dedicando mucho espacio a la «Gestión del cambio».

Pues bien, centrémonos ahora en esta evolución en las administraciones públicas españolas.

Cronograma temporal que refleja las etapas del artículo.
Tabla 1 – Modelo de Nolan[1]

Si nos fijamos en el Modelo de Nolan, veremos que conforme aumenta el tiempo, también aumenta la inversión, y que pasamos por varias fases[2], que corresponden a Iniciación, Contagio, Control, Integración y Administración de Datos, desde una organización inmadura a una madura. En esta curva ascendente de madurez veremos que hay dos curvas de aprendizaje, que suelen coincidir entre el contagio y el control y entre la integración y la administración de datos.

Es curioso que, 50 años después de la creación del modelo, podamos inferir el modelo de Nolan tal y como sigue:

1. Fase de Inicio

1.1 La “protoinformática” (Años 80)

“Cuando el mundo era joven, y pájaros y bestias y flores eran como el hombre, y se tenía la muerte por un sueño…”. A parte de citar a mi película favorita, no es menos cierto que para la gente de mi época los años ochenta se han convertido en parte de nuestro romanticismo de tierna infancia. A través del cine imaginábamos que con los ordenadores era todo posible. Sin embargo, en las administraciones públicas (señores con barba y gafas de pasta), normalmente en caso de existir, había ordenadores monopuesto y en monocromo (blanco y negro o fósforo verde), provistos de disquetes o cintas.

Los equipos informáticos se usan sólo en las grandes corporaciones o en aquellas que se colocan en la vanguardia. Orientado a contabilidad, fichas de empleados, o cálculo de nómina. Un tanto testimonial.

1.2 Primeros proyectos TIC (Años 90)

Empieza a verse la gracia de las TIC en las organizaciones, y como consecuencia aparecen proyectos interesantes en algunas comunidades autónomas, como es el caso de la valenciana, donde se inician una serie de proyectos exitosos y coordinados en materia TIC desde los inicios: los proyectos ASIA (Asistencia Integral a Ayuntamientos) 1 y 2, y preludio del AsiaSoft 2001 que vendría después. Maquinas UNIX combinadas con Windows. Bases de datos en Informix. Redes Novell[3] combinadas con TCP / IP, en el caso de existir redes. En la mayoría de los casos ausencia de internet, salvo para “equipos de consulta”.

Los pequeños municipios tenían cierta dependencia de las diputaciones en materia de gestión y TIC, aunque al ser las comunicaciones mucho más rudimentarias, existía cierta heterogeneidad en la gestión provincial, por tanto la granularidad a nivel autonómico o estatal era enorme.

2. Fase de Contagio

La mecanización sine qua non (2000-2003)

Comienza la “tiranía” de Microsoft. Los sistemas Windows se apoderan del mercado y desbancan las pocas máquinas que pudieran existir de otros sistemas operativos, como AS400 o Unix.

La gestión de aplicaciones verticales se convierte en parte fundamental del día a día en los pequeños municipios, e indispensable en los grandes, diputaciones y otros organismos. En la administración local entra en vigor la ICAL que hace indispensable su gestión mediante sistemas electrónicos. Por otro lado, las aplicaciones de padrón de habitantes, gestión tributaria, registro de entradas y salidas o nómina y recursos humanos toman especial relevancia en las entidades locales pequeñas, medianas y grandes.

Los expedientes se siguen gestionando íntegramente en papel, salvo en algunos tímidos intentos de controlar su ejecución en los departamentos de urbanismo.

3. Fase de Control

Consolidación de verticales. (2003-2007)

Los sistemas de gestión verticales ya son una realidad y empieza a ser relevante la asistencia y asesoramiento en materia TIC. Los departamentos crecen o empiezan a aparecer, y empieza a superarse el concepto de informático como “aprietatuercas” pasando a ser un profesional cada vez más necesario.

Primeros intentos de implantar firma. Se habla de aplicaciones de seguimiento de expedientes como una entelequia que consiguen muy, muy pocos, pero se empieza a dar utilidad a sistemas de firma electrónica que, si bien causan mucha resistencia, al menos empieza a hablarse de ello.

Los sistemas de firma son tan variados como entidades prestadoras de servicios de certificación hay, de igual manera que hay multitud de tipos de certificados, algoritmos de cifrado y de firma, etc.

Uno de los motivos que produce rechazo en los sistemas de firma es que ni los navegadores, ni los sistemas operativos están preparados para su uso, y no hay una convención en si usar los certificados de software o de tarjeta.

4. Fase de Integración

La administración electrónica (2007-2015)

«Obligación legal» que impulsa toda una serie de proyectos transversales. Se tienen que sentar las bases de todo y hay muchas dudas de concepto y de gestión. Empezamos confiar en la firma electrónica, y los gestores de expedientes comienzan a ser una realidad, aunque un tanto caótica por no considerar la vertiente documental. Aparecen los Esquemas Nacionales y descolocan los proyectos iniciados. Los que vienen detrás aprenden de los que se han equivocado.

Al tratarse de proyectos transversales, los retos son variados, pero empezamos a ver la necesidad de tener una estrategia en la gestión, y una capacidad de coordinar, liderar y unificar criterios en las organizaciones. Empieza a ser importante la labor de los roles que actúan como líderes y como ejes en las corporaciones. Por otro lado, el reto tecnológico de poner a hablar a diferentes plataformas impulsa las integraciones, desde una vertiente lógica y funcional (interoperabilidad), y desde una vertiente tecnológica (creación de APIs).

El e-Government y la transparencia (2015-2019)

Empieza a aparecer la “fiebre” de la apertura y la transparencia «de salón», como consecuencia de la aparición de numerosos casos de corrupción que llevan a pensar en la necesidad de “abrir las ventanas” para mostrar la gestión de los entes públicos. Aunque se queda en una declaración de intenciones, y se demuestra que con cumplir aquello que dice la ley de transparencia no es suficiente, ni para ser transparente ni para no ser corrupto.

De nuevo se hace necesario un cambio de mentalidad en la cultura de apertura de información, que, para ser sostenible y funcional, pasa por incorporar la información de una manera ordenada y automatizada.

Empezamos a ver que la velocidad de todo esto nos supera, puesto que la realidad de la sociedad y la ciudadanía, y las a veces naftalínicas formas de funcionar de la administración, producen desapego y frustración tanto en unos como en otros.

Antes de que nos demos cuenta, cuando empezábamos a pensar en poner en marcha plataformas de datos abiertos y transparentes, todo estalla, y de nuevo nos pasa por encima, pero esta vez sin solución de continuidad.

5. Fase de administración de datos

La era del dato, la robotización y la IA. (2020-??)

Un presente y un futuro. La crisis sanitaria mundial supone una terrible crisis en el orden internacional, y un reto sin precedentes para las instituciones públicas. En el caso de las españolas, y citando a Quevedo en “El Capitán Alatriste”: “no queda sino batirse”. La administración juega sus bazas, y se da cuenta de sus muchas carencias. Afortunadamente no es tarde, y la administración reacciona. Nos damos cuenta que la planificación estratégica, los planes de gestión documental, los mapas de procesos, están muy bien, pero la realidad se impone, y se hace necesaria y urgente una gestión de los datos. Para ello será necesario mecanizar aquello que no se haya hecho, y establecer una estrategia ágil y sostenible de datos en las corporaciones y en las ciudades. Sólo esto nos permitirá lo que ya demanda la sociedad: un control de los datos en tiempo real, una automatización de la información que nos permita robotizar procesos, y la conquista gobernada y controlada de la inteligencia artificial.

Necesitamos no tener que dar la razón a Isaac Asimov.


[1] Modelo de Nolan año 1979 (https://ecomputernotes.com/management-information-system-mis/information-and-system-concepts/nolanssixstagemodel ) REf. Nolan, R.L.(1979),»Managing the crises in data processing», HBR, March-April 1979,

[2] El modelo de Nolan cuenta con cuatro fases en su primera aproximación y seis en su revisión.

[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Novell_NetWare

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