A veces encuentras proyectos que son bonitos y salen bien. Esta es una historia sobre uno de esos proyectos. Los últimos meses estuve trabajando con la gente de la Diputación de Castellón, y especialmente con Borja Colón y Pedro Arconada, en hacer un portal de gobierno abierto de la Diputación Provincial. Es un proyecto que me ha gustado por varios motivos. El primero por su naturaleza: ayudar a explicar lo que, de por si entendemos tan deseable que no precisa explicación. Por otro lado, se ha dado una de esas circunstancias en las que todo sale bien y el resultado lo transmite. Así que, si me permitís, más allá de ánimo propagandístico, os quiero contar lo que hemos hecho, por qué lo hemos hecho así y, sobre todo, qué se puede aplicar a otros casos.
El problema: el gobierno abierto como discurso conformador
La Diputación de Castellón ha dedicado los dos últimos años a desarrollar e implementar una serie de estrategias hacia un gobierno abierto. Por un lado la estrategia de innovación y valor público, la de participación y la de datos abiertos. Entre los tres se constituye un modelo de gobierno más orientado a la sociedad de la provincia.
Estos planes tienen un par de fortalezas importantes. Por un lado, tienen un a visión operativa coherente que les aporta un gran valor transformador. Por el otro lado, su articulación en acciones lógicas y concretas con base organizativa reducen los nichos de incertidumbre que hacen fracasar estos planes. Es decir, es un auténtico mapa de ingeniería organizativa con una visión altamente técnica. Y esto supone problemas.
El reto: trasladar una lógica interna a una perspectiva ciudadana
El gran problema es doble. Por un lado, la estrategia de gobierno abierto tiene un conocimiento y comprensión limitada incluso en sus círculos más próximos. Poca gente ha oido hablar de ella, y muy pocos saben lo que ha hecho el gobierno. Esto es problema casi ontológico ¿puede haber un gobierno abierto que la gente no conoce? ¿Un gobierno abierto que cae en un bosque desierto, está realmente abierto?
En segundo lugar, parte de esos problemas está en la capacidad de traducir un plan con una alta definición interna, un valor para gente no familiarizada. Dicho de otro modo: encontramos muchas veces que al hablar de gobierno abierto hacemos un planteamiento destinado a aquellas personas que no necesitan dicha apertura, porque ya saben abrirse camino. Es algo similar a llegar a una tienda de muebles y, en lugar de poder ver los muebles montados viéramos los diagrama de montaje. Sólo lo entenderán aquellos que ya saben cómo se montan los muebles.
Los principios
Pues con todo esto, montamos un plan de trabajo a partir de dos principios básicos para movernos:
- En el plano interno queremos hacer algo vivo y sostenible. Uno de los dramas del gobierno abierto en todas sus dimensiones es la carga de trabajo que supone mantenerlo. Es decir, es estupendo ser transparente, reportar datos, contratos, participación, información y demás. Pero es algo para todos los días. Si no tienes una plantilla enorme (o incluso teniéndola) no da tiempo a hacerlo. Basta con pasarse a ver contratos menores en la Plataforma de Contratación del Estado y veréis a lo que me refiero.
- En el plano externo queremos algo claro, concreto y contrastable. Entendemos que la fortaleza de la estrategia se disipa como un azucarillo en un entorno complejo. Esto supone que tenemos que tomar siempre decisiones a partir de la sencillez, la comprensión y la orientación hacia el público.
Articular todo en torno a los públicos
Conociendo más o menos la diputación, el gran reto es conocer a los públicos. Inicialmente teníamos claros los públicos, pero no se trata de saber quiénes eran, sino lo que les interesaba. Así que, por un lado, asignamos una serie de preconcepciones sobre qué temas les podían interesar. Hicimos esta selección:
- Ayuntamientos de la provincia.
- Asociaciones y entidades jurídicas varias sin ánimo de lucro
- Empresas
- Prensa
- Universidades y empresas de I+D para cuestiones de datos abiertos.
Lanzamos una encuesta sobre el conocimiento de la estrategia, de los diferentes items que la concretan (el portal de transparencia, la sede electrónica, el portal de participación y el de datos abiertos). Y aprendimos un par de cosas.
- Hay entidades que utilizan el gobierno abierto de una manera más instrumental o utilitaria, para obtener un beneficio o resultado concreto. Estos tienen más interés en elementos que aporten valor económico (datos, sede…)
- Hay otras que tienen un interés de consumo de información para acción política, social o administrativa. Estos están más interesados en un consumo más «pasivo» y simple con unas necesidades menores de utilidad productiva. Están más centrados en participación, transparencia y determinados aspectos de datos abiertos.
Aunque no hay categorías «puras» podemos concluir en que estos bloques permiten ubicar a los públicos por intereses y expectativas de gobierno abierto. Tal es así, que encontramos necesidades y expectativas en cada uno de ellos, lo que nosa ayuda a articular y definir el lenguaje.
La construcción: tener un plan para andar rápido
Con todo esto empezamos a preparar un diseño con los ojos en dos elementos. Como queríamos que se viera la web, y cómo teníamos que hacer las cosas dentro para que esto fuera útil y sostenible.
El modelado de los datos.
Lo primero que hicimos fue desmontar la estrategia de gobierno abierto de la Diputación en sus unidades más básicas: las acciones. Definimos qué es lo que tenía que saber una persona para conocer cada acción en los términos que le interesa, así que fijamos:
- La naturaleza de la acción (en administrativeño y ciudadanes, que nos valía)
- El grado de avance de la acción. La gente puede saber cuánto se ha hecho, y cuándo hemos comprobado ese nivel de cumplimiento
- Lo que evidencia el cumplimiento.Pruebas, datos, entregables que no sólo lo evidencian, sino que explican su utilidad.
- Las acciones relacionadas. Que nos muestra qué elementos pueden facilitar (o dependen) de algunas acciones no siempre visibles pero crítucas (por ejemplo, las de archivo).
Finalmente lo agrupamos en los cuatro ejes concretos de acción relevantes para el público. Transparencia, datos abiertos, participación y administración electrónica. Cada uno de ellos muestra su grado de avance en función de sus acciones y el acceso a su recurso concreto (el portal de cada caso).
Todo ello lo metimos en un interfaz super ligero y sencillo de mantener sin necesidad de hacer instalaciones complicadas.
Un interfaz que aporte valor.
El otro punto de atención era cómo hacer algo que permitiera dar cabida a tres tipos de acciones del público.
- Navegar entre los recursos de gobierno abierto. Esto es lo primero. Asumimos que es un punto en el que la gente pueda encontrar todo lo que puede ofrecerle la Diputación en términos de gobierno abierto (los portales)
- Permitir el seguimiento de las acciones y los ejes de manera clara, sencilla y altamente navegable
- Mantener la actualización en todo lo relacionado con el gobierno abierto: Las noticias, los documentos de transparencia más consultados y las novedades de trámites públicos
- Permitir la interacción y valoración y propuestas sobre las acciones concretas. Esto es una apuesta por hacer un diálogo en torno al gobierno abierto.
Con todo esto lo diseñamos y, con todo claro y ultimado, empezamos a construir.
La rapidez y el dimensionamiento.
Con todo esto, Fran Lopez, de Oknoproblem empezó a construir. Nos lanzamos a construir. Como hicimos algo ligero, fácil y diseñado desde el principio, la construcción no ha llevado más de dos meses, lo que es muy poco.
De estos, realmente, las últimas semanas nos dedicamos a preguntar a algunas personas su opinión y cómo mejorarlo. Estas personas, como Concepción Campos, Victoria Anderica, Roberto Magro, Nieves Escorza, Cesar Nicardo Cruz o Alberto Ortiz nos han dado puntos de vista para hacer algo mucho mejor. Si hubiéramos tenido más tiempo, más hubiéramos preguntado.
La razón de crecer
Pero este portal es sólo el primer paso de un largo viaje. El viaje supone crecer y hacer que el gobierno sea más abierto. Para ello tenemos dos elementos.
- Un mapa de usuarios , productos y canales. Ahora tenemos asignado el interés y argumento para cada tipo de público y herramienta de gobierno abierto. Por ejemplo, sabemos que a las universidades les interesa más el servicio de datos abiertos para generar información y les interesa la actualización de datos. Esto nos ayuda a definir qué contenidos generar por cada canal aportando valor al público.
- Un cuadro de mandos de uso de estas herramientas. Hemos utilizado un cuadro de mando del uso de los portales a partir de Google Analytics, lo que permitirá saber qué resultado suponen las estrategias de comunicación y que temas suponen mayor interés en el público. Esto ayuda a tomar decisiones sobre datos reales.
En resumen.
Creo que hemos dado con dos claves importantes. Crear una estrategia en torno a la ciudadanía y hacerla de manera viable para la organización.Un enfoque útil y versatil, especialmente para organizaciones pequeñas que no pueden dedicar grandes recursos a esta función.
Gran parte de estos diseños corresponden a que las organizaciones puedan mostrar lo mejor que tienen al público. En este caso, creo que hemos cumplido con creces. Y ha estado genial.