10 mitos sobre portales de transparencia (reales o no)

Después de 6 años de ley de transparencia y 4 de portales de transparencia obligatorios, podemos decir que la satisfacción de la comunidad no es completa. Que si se pregunta poco, que si no se publica todo o que si no se promocionan, son varios de los comentarios que escuchamos habitualmente. Por mi parte, después de tres años de investigaciones sobre el tema y con algunos proyectos a la espalda, quiero hacer una revisión de varios de estos mitos sobre portales de transparencia. No todos ellos son falsos, algunos son totalmente ciertos y otros parcialmente. En todo caso, con los datos que tengo (quizá no demasiados, pero creo que más que nadie) creo poder hacer una recopilación de dudas y preguntas de cómo están funcionando estos instrumentos y cómo podrían funcionar mejor.

Cuadro de la Academia de Atenas que escenifica el momento del paso del mito al logos
Socrates contando lo de los certificados digitales y el derecho de acceso a la información pública. Muy enfadado el. Fuente

Mitos sobre portales de transparencia: derecho de acceso

El derecho de acceso es casi el punto donde más se vuelcan las tintas en esta materia. El «presumiblemente» bajo número de preguntas es un problema del modelo de transparencia en España. Entre estos mitos tenemos.

Los certificados digitales impiden que la gente pregunte más.

Una de las piedras de toque desde el principio de los tiempos es la obligatoriedad de hacer del derecho de acceso un procedimiento administrativo. Esto obliga entre otras cosas, que la gente se identifique y eso, en el canal electrónico, se hace con un certificado. Muchas personas han señalado que este requisito (identificarse con un certificado) es un obstáculo que hace que menos gente pregunte.

Pues bien, desde nuestro primer estudio de portales de transparencia, no hemos encontrado diferencias sustanciales en el ratio de conversión (porcentaje de preguntas por visitante) tengan o no certificado. Esto se repite en todos los niveles de gobierno y en universidades. Hay portales en los que se pregunta más y otros en los que se pregunta menos, pero esto no parece ser achacable a la necesidad de un certificado digital sino a otros factores que señalaremos.

El mito es FALSO.

Un buen portal de transparencia recibe más preguntas

Un segundo punto es que un portal de transparencia tendrá más preguntas. Aquí mi duda es si el planteamiento obedece a que es un público más dedicado o a que un público más estimulado preguntará más. En todo caso la premisa es que un mejor diseño generará más preguntas.

Aquí la respuesta es también negativa. En los estudios que hemos realizado dan la impresión de ser justo lo contrario: cuanto mejor es el diseño de un portal, menos probable es que se realicen preguntas. Esta revelación (la que más nos ha sorprendido) tiene sentido en la medida en que parte de la información que se solicita por derecho de acceso es información que o bien no se localiza, o no se publica. Un portal bien diseñado suele facilitar la localización del contenido y muestra un interés real en la transparencia que reduce el número de elementos no publicados. La única excepción que podríamos encontrar es que un buen portal tenga más público e, incluso con menor ratio de conversión, tuviera un total mayor de preguntas, pero es poco probable.

El mito es FALSO

Los portales que facilitan las preguntas sin un procedimiento son más transparentes.

Si partimos de la premisa de que el procedimiento genera portales menos transparentes por limitación al derecho de acceso, un portal que no ponga este requisito será más transparente. La mayoría de estos portales, en principio, están más abiertos a hacer preguntas.

En mi experiencia (si mal no recuerdo, he tomado datos de unos 40 portales en estos años), he encontrado bastantes que no recurren al procedimiento, al menos en un primer momento. De ellos, una parte importante nunca me han respondido. No tengo ni idea de si lo van a hacer o por qué no han recibido. En otros me han respondido «informalmente» que no, así que he tenido que recurrir a procedimiento para reclamar en el Consejo oportuno. También es verdad que muchos de estos que no requieren procedimiento son especialmente activos y que facilitan enormemente el trabajo, pero, podemos decir que, al menos una parte de estos portales están ofreciendo una puerta falsa que no da a ningún lado.

Mito parcialmente CIERTO

Cuantas más preguntas, más transparencia

El último punto de sobre el derecho de acceso es que un mayor número de preguntas significa una institución más transparente. Lógicamente cuantos más derechos de acceso se realizan, mayor es el escrutinio al que se somete a esa institución y, por lo tanto, prestará más información.

En este caso podemos decir que es una asunción un tanto generosa. Las preguntas varían mucho y, en ocasiones un alto volumen significa muchas preguntas que no corresponden al dominio de la ley (por ejemplo, preguntar sobre estado de trámites) o se hacen como instrumentalización (para protestar, por ejemplo, por una resolución polémica). En estos términos, podemos decir que el volumen normal de preguntas suele ser tan bajo que las excepciones no corresponden tanto a más interés como a una concepción inadecuada de la ley de transparencia, bien sea por desconocimiento, bien sea por otros motivos.

Este mito es FALSO.

Mitos sobre portales de transparencia: diseño y contenido

En cuanto a la parte de publicidad activa hay otras impresiones que afectan especialmente al consumo y el interés general del público.

La información sobre transparencia no interesa al público

Una primera cuestión es decir que los portales de transparencia no interesan al público general. La ubicación del contenido o su temática limita la difusión del mismo.

Podemos decir que, en mi experiencia analizando tráfico de sitios web y portales de transparencia, esto no es del todo cierto. En los portales de transparencia hay una gran cantidad de información que no es especialmente interesante para el público general y hay otros bloques que sí. Un listado de subvenciones suele generar el mismo interés al mismo tipo de personas si está dentro o fuera del portal. Del mismo modo, la nómina o la declaración de bienes de un gobernante es especialmente interesante para el gran público aunque esté escondida en el fondo del mar. En resumen: hay una información que no es de un interés muy amplio y otra que si, que no tiene por qué ser la más relevante o significativa. Es una información que requiere, en gran medida un público especializado

Este mito es FALSO.

El diseño no influye en el consumo de los portales de transparencia.

Otra cuestión es pensar que un diseño no influye, o no influye tanto, como para hacer que un portal de Transparencia tenga un mayor uso entre el público. En principio, si el contenido es correcto y hay interés, un mal diseño no debería influir.

En los trabajos realizados en los diferentes portales hemos encontrado que aquellos con un diseño más manejable, visual y simple han mantenido una pauta de consumo más estable y, en la mayoría de los casos, creciente. Esto, en mi opinión se debe a que un portal en el que se pueden encontrar y entender cosas es capaz e fidelizar a una cantidad de público más o menos estable al que se suma una cantidad de visitas ocasionales. Sin embargo, los portales en los que el diseño impide la localización de información no fidelizan nada de público (¿para qué volver?), lo que lo deja sólo a expensas del público nuevo, que siempre es más volatil. En resumen, puede que un buen diseño no levante el tráfico pero un mal diseño lo hunde.

Este mito es FALSO.

Cuanto más contenido publicado, más transparencia

Otro elemento que se suele repetir (aunque sea por argumentario político) es que cuanto más se publica, más transparente se es. Esto ocurre también en casos como el de big data: cuantos más datasets se publican, más datos se abren. Como resultado, hay una carrera de publicación de información en determinados ayuntamientos, especialmente aupados por algunos modelos de valoración y evaluación.

Cuando una persona empieza a mirar portales de transparencia y modelos de evaluación encuentra algunas cuestiones que parecen peregrinas. Aspectos como, por ejemplo, el número de matrícula o la fecha de la ITV de cada uno de los vehículos del parque movil municipal como información activa resulta como mínimo curioso. Habrá quien diga «¿Qué daño hace tenerla, quién no quiera, que no la lea?» La cuestón aquí es de infoxicación: la carrera de los rankings por demostrar ser los que son más exigentes ha llevado a una escalada de indicadores difícil de ordenar, indexar y comprender por parte del público. Parte del trabajo como analista (y aquí se trata de explicar a la gente lo importante) es decidir la información básica y fundamental sobre lo que pasa y luego, dar la posibilidad de ampliar en términos de uso general.

Si se quiere algo especial se pide, pero actualizar cada vez que se pasa la ITV a un coche de la policía municipal un listado está entre lo irrelevante para la mayoría del público y lo inmanejable para la organización.

Este mito es FALSO.

Mitos sobre portales de transparencia: cultura política y comunicación.

Los portales sólo se usan cuando hay escándalos de corrupción

Otra presuposición es que los portales solo interesan cuando hay casos de corrupción que levantan curiosidad. En principio, esto haría que, si hay un escándalo muy gordo habría más público visitando los portales.

Hace dos años la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid se vio envuelta en un escándalo sobre titulaciones falsas.

En esos meses estaba estudiando el uso de los portales universitarios.Juro que no fue a propósito, porque lo tenía pensado meses antes. Los datos de la URJC, si bien tuvieron un cierto pico, no fueron continuados. El escándalo duro mucho más que la afluencia del tráfico al portal. Después de eso, no tuvimos una continuidad. Ni siquiera hubo un pequeño aumento respecto a dos meses antes. En este sentido podemos decir que puede generarse un interés muy puntual y no continuado, porque, en realidad, la información sobre un elemento concreto, aunque pueda estar viva (actualizarse con cierta frecuencia), no parece ser capaz de generar ningún engagement a corto plazo. Es decir, sube, pero de manera irrelevante en el conjunto de la existencia del portal.

Este mito es PARCIALMENTE CIERTO.

Los portales de transparencia tienen mayor uso en donde hay un mayor civismo

Otro lugar común es decir «si no hay uso de los portales es porque la gente es poco cívica y, por lo tanto, le da igual lo que hagan sus gobernantes«. Es una simplificación, pero el mensaje es más o menos ese.

Pues bien, en los estudios realizados hemos encontrado que los portales donde hay una mayor estabilidad política o un debate político menos enconado y generalizado tienen un uso menor de los portales. Esto quiere decir que, para que haya un uso importante de los portales, es conveniente que haya una movilización política ciertamente activa y que, además sea generalizada. En primer lugar, vemos que sitios con mayorías políticas estables durante mucho tiempo han tenido un uso menor, mientras que instituciones con gobiernos con mayorías más ajustadas y con un debate más tenso tienen más tráfico. Por otro lado, donde la movilización política es mínima (las universidades) por muy activa que sea esta, no se genera público para tener un tráfico relevante.

Este mito es FALSO

Los portales necesitan más promoción para tener más tráfico

Un último punto es señalar que los portales no tienen tráfico porque no se conocen. El corolario, por lo tanto, es que si hay mayor promoción de los portales, estos tendrán más tráfico.

En términos generales los portales de transparencia necesitan una estrategia de comunicación en la que la transparencia no sea el fin. Es decir, si hemos señalado el debate político como catalizador y los temas de interés más común como aquellos que impulsan el crecimiento, estos son los pilares para tener portales con más público. Otra cosa a considerar es si queremos portales de transparencia masivos (que priorizan contenidos más mainstream y menos relevantes) o más relevantes pero quizá menos populares. En este caso es elegir entre ser la MTV o Radio 3. Cualquiera de las dos opciones puede ser válida, pero lo suyo es que sea consciente.

Este mito es CIERTO.

La verdad es que hay muchos mitos más. Aquí he juntado los 10 que me encuentro más a menudo, pero seguro que hay muchos que ni he oido o que se me han pasado. Así que si tenéis alguna idea, no dejéis de sugerir o preguntar.

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